lunes, 27 de noviembre de 2023

EL PRODIGIO DE INCOMODAR

Isaías 20, 21

En la familia del Centro Cristiano Renuevo, meditamos en esta semana sobre los capítulos 20 y 21 del Profeta Isaías; y en la continuación del mensaje a todos los pueblos del Dios Soberano y Dueño de todo, se encuentra una expresión, un título que conlleva una carga de responsabilidad y de incomodidad en el profeta:

"Entonces dijo Jehová: Así como mi siervo Isaías anduvo desnudo y descalzo tres años como señal y prodigio contra Egipto y Etiopía..." (20:3) Claramente la profecía continúa donde Dios hace una advertencia a un pueblo alejado del verdadero culto y obediencia a Dios. Pero lo que llama la atención, es que El Padre celestial considera a su siervo, que enfrenta todo tipo de obstáculos, y que se somete humildemente a los designios de Dios, para el Padre, Isaías es una "señal y prodigio".

Señal humana para los humanos, que tienen ojos pero no ven, oídos pero no oyen, con un corazón duro y alejado de Dios. Dios no ha querido enviar señales sobrenaturales y caóticas sobre el mundo por amor, ya que serán de tal magnitud las últimas señales proféticas según Apocalipsis, que este planeta se tendrá que reiniciar debido a las catástrofes naturales y sociales. Entonces, Dios sigue creyendo en la opción de humanos hablando con humanos... ¿Será que la relación virtual y cada vez menos física entre seres se interpondrá a esta estrategia divina de hablarnos entre nosotros de las maravillas de Dios?

Prodigios de Dios, que sus siervos deben explicar al mundo. Parece ser que el prodigio de la vida, es ahora es una rutina. Que el prodigio del logro de metas es producto de las habilidades humanas de darse vida y un cuerpo funcional (es ironía)... 

Los hijos de Isaías y el mismo era considerados "señales y prodigios" (Isaías 8:18) tanto para lo increíble del cumplimiento de las profecías, como de lo ridículo e incómodo que significaba para el profeta de Dios pasar tres años desnudo mostrando su vergüenza!!!

Creo que entre otras cosas, Dios nos recuerda que el papel del verdadero cristiano no es de "caer bien", más bien de "incomodar" a un mundo conformado en sí mismo, y tristemente, una iglesia conformada en asistentes, renunciando a los discípulos, que como lo testifica la primera generación de cristianos: "incomodaban" al imperio Romano y a la religión Judía.

Incomodar, o ser prodigio, como Dios lo menciona, es vivir un estilo de vida que honre a Dios, sin esconderse. Es dejar de darle la razón a los que pecan e insistir de que debemos caminar por los frutos de arrepentimiento y darle un cambio total a la vida. Que los mandamientos de Dios se pueden cumplir, que la Iglesia de Jesucristo no es una construcción, es una comunidad, una familia. Que la lucha espiritual es real pero se gana con la armadura cristiana de forma individual y con el apoyo de otros combatientes. Que así como hay un gran mandamiento, también hay una gran comisión. Que la apostasía (adormecimiento) de la Iglesia lo abarca todo y los planes de Satanás avanzan, mientras la Iglesia no ejerce su autoridad y poder espiritual.

Incomodar, o ser prodigio, es una señal de que los hijos de Dios están vivos y conocen su propósito.