Isaías 22
En este capítulo de nuestra lectura y meditación del mensaje de Dios por medio del profeta Isaías, encontramos, por un lado, la expresión "...comamos y bebamos, que mañana moriremos..." (v.13) como una expresión de desinterés y de conformismo ante el castigo del Padre celestial a la ciudad santa de Jerusalén, aquí en este capítulo visualizada como "valle de la visión".
Parte de lo que se observa en el capítulo y del mensaje de Dios, es el efecto del pecado y la soberbia humana, que hace duro el corazón para no reconocer y arrepentirse de sus propios pecados. Podemos llegar a tal estado que consideremos que nuestra vida está maldita por nuestros propios pecados y que, sin embargo no estamos dispuestos a pedirle perdón a Dios y arrepentirnos. Y en el espectro religioso, hay quienes consideran que su "asistencia" y "servicio" en la iglesia es parte de su "pago" por sus pecados y por lo tanto el cumplir con una religión es suficiente. Pero para Dios, no es suficiente. La ciudad santa de Jerusalén, con el templo de Dios en su centro, no era suficiente pago por los pecados del pueblo; y por esta condición confusa de la religión es que Dios decide eliminar todo el sistema ceremonial judío al permitir las invasiones de otras naciones.
El arrepentimiento no se justifica con la religión, sino con la forma de vivir.
En este contexto, aparece el nombre de Eliaquim y Sebna. Este último era el administrador del palacio, un puesto de mucho poder, y para ser del pueblo de Israel, se añade el privilegio sacerdotal de tener influencia espiritual. Pero de nada le sirvió, porque se enfocó solo en lo material y en la soberbia humana.
Al comprender esta problemática humana, cualquier lector enfocado pensaría de que lo mejor es que Dios resetee su estrategia para ministrar este planeta. Pero no. Dios levanta a un nuevo hombre para tomar el papel de "padre de los habitantes de Jerusalén" (v.21)
Note que el Padre celestial no tiene inconveniente de colocar un padre terrenal como líder de su pueblo. Una y otra vez la humanidad falla con este llamado, y Dios sigue colocando personas nuevas. Así como Moisés el gran líder, perdió la paciencia, Dios colocó a Josué y le dio descanso a Moisés llevándoselo a la montaña y enterrándolo Él mismo!!... los grandes amigos (Moisés y Dios) sobrellevando la dificultad de liderar a un pueblo duro de cerviz.
¿Que elementos del liderazgo se ven aquí para Eliaquim? (v.20-24): Vestido de autoridad. Su papel será semejante al padre (equilibrio de amor y disciplina). Tendrá la llave de la casa de David (la simiente, la herencia). Autoridad de cerrar y abrir. Será una estaca en lugar firme. Será un trono de honra y un administrador del reino de Dios.
Si este fuera el liderazgo en la familia, en la Iglesia, en la sociedad, en el gobierno, las palabras prosperidad y bienestar tendrían frutos visibles para grandes y chicos... Para mientras esto sucede en un nuevo mundo, ¿Qué necesitas tú para ser este tipo de líder?, empezar por arrepentirte enserio de tus propios pecados, será un buen lugar para empezar.
