Isaías 14
Seguimos creciendo en esta Nueva Vida en Cristo Jesús y buscamos dirección y exhortación en la Palabra de Dios.
Hemos llegado al capítulo 14 de Isaías, en él encontramos una referencia al enemigo de Dios. Esta porción se puede comparar y alimentar de Ezequiel 28 donde, en el mismo estilo, los profetas emitieron un mensaje de Dios para reyes y gobernantes sanguinarios y pecadores que terminaron reflejando indicios del padre de mentira, Satanás.
Recordemos que si la Biblia habla poco sobre un tema, no tiene que ser de importancia para nuestra formación, y en el caso de Satanás, la Biblia no busca explicarnos a cabalidad su origen y propósito, mas que el hecho de que es un enemigo vencido y peligroso por sus artimañas y engaños. El mensaje Bíblico es evitarlo y en todo caso responderle con la Palabra de Dios como lo hizo Jesucristo en el desierto, tomando en cuenta que este ángel caído también conoce las Sagradas Escrituras y las tergiversa para su propio beneficio, por lo cual entablar una conversación con Satanás puede ser muy perjudicial, por lo cual lo mejor es alejarse.
Volviendo a Isaías 14, y lo que esta semana podemos orar y meditar, es la esperanza cristiana en medio de la guerra y la lucha en contra del mal y de Satanás. Como se menciona en el verso 3: trabajo, temor y servidumbre es la vida en la que luchamos día a día.
El trabajo, además de ser una actividad productiva y que desarrolla nuestras habilidades y talentos, desde Adán y el pecado, se ha vuelto un sudor en la frente, o sea, una acción con poco rendimiento, pero necesaria para sobrevivir.
Los temores de un futuro incierto, y de un presente conflictivo, han hecho cabida en nuestras agendas. Las guerras y conflictos sociales y políticos están presentes elevando los precios de los productos y reduciendo los recursos de las personas.
Servidumbre y esclavitud del pecado, es lo que Jesucristo ganó por nosotros, sin embargo, la servidumbre voluntaria es una realidad para muchas personas, más que todo, para las nuevas generaciones que han crecido sin idea ni preparación para enfrentarse a los tres enemigos del hombre: la carne, el mundo y Satanás. Las reuniones cristianas dejaron de ser asambleas de miembros de una comunidad unida y comprometida y se volvieron shows de libre asistencia y libre salida, sin interacción, sin enseñanza, sin preparación. Todos tenemos la culpa de esta realidad cristiana.
Así que ante el trabajo arduo y desconsolado, los temores crecientes de lo peor y la servidumbre a la carne, el mundo y Satanás, son el lastre de este planeta y de los planetas por colonizar!!
Si no fuera porque Dios promete arremeter en la historia humana para detener esta crisis, seríamos las criaturas más desdichadas del universo. Pero Dios nos ama y nos dará libertad de esta condición. ¿Dónde te encontrará Dios cuando regrese?
Si aquellos días no fueran acortados, nadie sería salvo, pero serán acortados por causa de los escogidos. Mateo 24:22-24
