lunes, 6 de noviembre de 2023

EXTIENDE TU SOMBRA Y HAZ DEL CAMINO MAS FÁCIL PARA LOS DEMAS

Isaías 15, 16

En nuestra reunión RENUEVO de este domingo meditamos en estos dos capítulos.

En esta profecía contra el pueblo de Moab, encontramos palabras para nosotros, pues no somos tan diferentes, aquí encontramos indicios de tres aspectos del carácter de Dios, que Él espera que ejercitemos nosotros en este mundo convulso y conflictivo.

Primero, Dios, siéndolo todo, es HUMILDE. Debemos recordar lo nocivo que es la Soberbia para nuestro futuro. Irónicamente, el ser humano, ha extendido su esperanza de vida al tratar con eficiencia la mayoría de enfermedades; sin embargo a la Soberbia no le hemos aplicado el mismo interés en desaparecerla de nuestro organismo, siendo la causante de tanto sufrimiento propio y hacia los demás. 

"Hemos oído la soberbia de Moab; muy grandes son su soberbia, su arrogancia y su altivez..." (16:6)

Segundo, Dios, siendo Topoderoso, es PACIENTE. El no castiga sin advertir primero. Primero enseña, primero modela un estilo de vida en Jesucristo, después espera ver resultados "frutos de arrepentimiento" en sus criaturas salpicadas con la soberbia, arrogancia y altivez de este mundo y de Satanás, que insiste en engañarnos. Dios es "lento para la ira..." pero eso no significa que no corrija el pecado en nosotros. El problema para muchos seres, es que nosotros somos los "lentos" en entender que "todo lo que se siembra, se cosecha".

"pero ahora Jehová ha hablado, diciendo: Dentro de tres años, como los años de un jornalero, será abatida la gloria de Moab..." (16:14)

Tercero, Dios siendo el Juez del universo, es APOYO para quienes siguen caminando. En las guerras, tanto del hogar como las confrontaciones entre ejércitos, siempre hay víctimas. Son aquellos que están en medio del fuego cruzado, o simplemente, siendo la vida diaria tan compleja por el mismo pecado, los seres humanos somos víctimas del "sudor de la frente" de los "cardos y espinos" que produce el sistema económico y social en el que vivimos. Las cosas no son fáciles, y el simple hecho de que alguien que está luchando con sus propios problemas extienda su apoyo a los demás es reconocido como un "heroísmo" en esta generación. 

"Reúne consejo, haz juicio; pon tu sombra en medio del día como la noche; esconde a los desterrados, no entregues a los que andan errantes..." (16:3)

El apoyo que nos damos los seres humanos, entre nosotros mismos, es tan refrescante como una sombra en medio del calor. Este tipo de actitud siempre ha sido "extraño" de ver, ahora las generaciones digitales, ni siquiera lo comprenden. Pero siempre aparece un Remanente de Dios que extiende su apoyo a quienes lo necesitan, en cosas pequeñas y grandes. Tal como Abraham lo hacia con los extranjeros y peregrinos extendiendo su hospitalidad para aliviar la carga, Dios espera que sus hijos en este siglo, también extiendan su mano de apoyo a los demás.

¿Te recuerdas de aquellos que extendieron tu sombra sobre ti este año?

¿Lo has hecho tú?